El compromiso con la tierra floreció en cada una de las sedes de Inspira Vida. En Hacienda Copala (6 de julio), 4 voluntarios y 12 jóvenes en servicio social dieron vida a 15 nuevos latidos verdes, sembrando no solo árboles, sino sentido y futuro. En La Malinche, Puebla, 21 voluntarios y 112 participantes sumaron manos y corazón para plantar encinos que serán sombra y hogar para generaciones. En Charlotte Chemical International, Guadalajara, 40 personas despertaron su conciencia ambiental antes de plantar, entendiendo que cada acción es un acto de respeto hacia la vida que nos sostiene. Finalmente, en la Sierra de Guadalupe (2 de agosto), 40 participantes, 25 jóvenes y 4 voluntarias permanentes unieron esfuerzos para sembrar 76 encinos, recordándonos que todo lo que cuidamos florece. En cada lugar, Inspira Vida dejó raíces que sostendrán un mañana más verde y consciente.

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